araswitchblade

La vida da muchas vueltas, s, pero al final todas llevan al punto de origen.

Hace poco ms de un ao, en Toronto:


Antes de ayer, en Madrid:


No, no voy a hablar de la tendencia natural de la gente a cambiar de imagen o ms especficamente a cortarse el pelo, sino de cmo por ms vueltas que d la vida y por ms que se intente evitarlo uno siempre acaba volviendo a mismos lugares y recurriendo a la misma gente.

Recuerdo que nos conocimos mientras pasbamos los pertinentes controles del aeropuerto de Londres, haciendo escala de camino a Toronto... y el resto es historia. El caso es que pese a todo llegu a considerarlo mi mejor amigo. Vivamos en distintas ciudades, pero an as a la vuelta de Toronto pasamos bastante tiempo juntos y adems hablbamos durante horas por telfono con asiduidad. Al cabo de unos meses se dieron ciertas circunstancias y lo mand a la mierda literalmente, por eso al final ni lo de probar a vivir en LA ni nada.

Recuerdo que a Mayte la conoc a la segunda semana de estar en Montreal, el pasado agosto. Un da al salir de clase, no s muy bien ni cmo ni por qu, tuvo lugar entre nosotras una intrascendente conversacin de quinceaeras sobre qu profesor del centro nos atraa ms. A raz de aquello se uni a mis escapadas nocturnas (rara era la noche en la que dorma ms de tres horas) y empezamos a hablar, hablar y hablar... hasta el punto de acabar contndonos nuestras respectivas vidas. Entonces me inform de que era bastante amiga del susodicho (que tena constancia de que ira a Montreal en agosto pese a no habrselo dicho a l directamente) y que traa consigo la misin de intentar que yo volviera a dirigirle la palabra. Obviamente lo consigui.

Retomamos el contacto el mes pasado aprovechando que yo estaba en Madrid, tena una maana libre y decid llamarlo. Me sonsac el por qu estaba rara muy a pesar de la resistencia que opuse; supongo que cuando alguien te conoce tan bien es absurdo intentar ocultarle cosas. Despus de aquello nos pegamos en serio pero entre risas en mitad de la calle con dos ancianos que pasaban por all como espectadores a los que slo les faltaron las palomitas y el aplauso final. De repente todo haba vuelto a la normalidad.


Llevo ya un ao con la intencin de mudarme a Madrid, y aunque sigo sin haberlo descartado e incluso me entristece aplazarlo, la semana que viene y a pesar de los intentos de disuasin de unas cuantas personas me instalo en Barcelona. No s si ser para un mes, para dos o para quedarme por tiempo indefinido, pero el destino se ha empeado en que vuelva.