Redadas sorpresa, multas caras e incluso la cárcel son a lo que se enfrentan los tatuadores.
Kim Ki-bok, uno de los artistas más reconocidos de Seúl, trabaja en un estudio que pasa por un piso residencial dentro de uno de los barrios más artísticos de ese país.
Legalmente es un “desempleado” pero junto con 4 tatuadores trabajan desde hace 10 meses con el miedo de ser interrumpidos por la policía. Esta situación viven los más de 20,000 artistas de la tinta. ¿Por qué es ilegal? Bueno, pues las leyes surcoreanas consideran los tatuajes un procedimiento médico que solo puede ser realizado por doctores títulados en clínicas y hospitales. Por el momento la Asamblea Nacional no considera una prioridad legalizar a los tatuadores.
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Fuente: http://inkmx.ink/post/107259843281/los-tatuajes-el-arte-clandestino-en-corea-del-sur